¿Qué cambia con el Reglamento Europeo ePrivacy de 2019?

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¿Qué cambia con el Reglamento Europeo ePrivacy de 2019?

Con el avance de las tecnologías, necesitamos cada vez más cambios que garanticen nuestros derechos y libertades. Y ese es precisamente el objetivo del ePrivacy. Dicha normativa va de la mano del Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD), ya que ambos tratan de proteger nuestra información personal.

¿En qué consiste la normativa de protección de las comunicaciones electrónicas?

En efecto, el reglamento ePrivacy es el Reglamento de Privacidad Electrónica y tal como dice el título del apartado, trata de proteger las comunicaciones electrónicas. Por ello decimos que el ePrivacy y el RGPD van de la mano. Su objeto se centra en el derecho a la privacidad, lo cual tiene mucha relación con la protección de datos, solo que se aplicada a un ámbito concreto, que es Internet.

¿Qué abarca el nuevo reglamento ePrivacy de 2019?

El nuevo reglamento engloba nuestro derecho a la privacidad como usuarios particulares y también la protección de datos de las empresas. En primer lugar, nuestras comunicaciones pueden llegar a ser muy personales, por ejemplo, tratando de salud, de opiniones políticas o de preferencias sexuales, entre otras. Esa es la principal razón por la cual debemos tener un internet seguro.

Por otro lado, las personas jurídicas también necesitan ser amparadas por esta ley de protección de datos electrónica. Por ejemplo, una mala protección de su privacidad podría revelar secretos comerciales o documentos secretos de mucho valor económico.

Además de las garantías mencionadas, la nueva normativa también recoge los metadatos. Estos consisten en la información que creamos al navegar por la red o en aplicaciones como WhatsApp, con respecto a nuestra localización u hora de conexión, entre otros datos.

¿Están relacionadas las normativas de protección de datos y de comunicaciones electrónicas?

La norma que garantiza la privacidad de las comunicaciones electrónicas está estrechamente relacionada con la de protección de datos. Podríamos decir que la ley RGPD protege los datos en un sentido totalmente amplio, mientras que la directiva ePrivacy lo centra en el ámbito de las comunicaciones por la red. Sin embargo, ambos regulan finalmente un mismo elemento: la privacidad de los datos.

El consentimiento

El consentimiento es uno de los elementos más importantes que tienen en común ambas normativas. El consentimiento de la RPGD debe ser expreso para recabar o tratar con datos personales. Lo mismo ocurre en el ePrivacy en relación con la publicidad digital.

En su conexión con el reglamento sobre protección de datos ha introducido un “consentimiento en sus términos”, que debe ser expreso, libre, informado e inequívoco. 

Las cookies

Esta nueva ley de privacidad afecta a las cookies, además de a las IP, a los píxeles o a cualquier elemento con el que se nos pueda rastrear. No importa que el rastreo sea para explotación comercial o no. La propuesta de la normativa es que no se avise de la política de privacidad mediante la web, sino que se recoja el consentimiento desde la propia configuración de la privacidad en la instalación del navegador. De esta forma, la seguridad en internet empieza con la acción del propio usuario.

¿Cómo se traducen sus novedades en la práctica?

En el ámbito práctico, una de las principales novedades es acabar con el antiguo consentimiento general en relación con las cookies. Es decir, no tendremos que aceptarlas y mantenerlas perpetuas, sino seleccionar nuestras preferencias de privacidad en el navegador, adaptando los servicios que usamos a nuestro gusto. De este modo, el propio navegador será nuestro garante de identidad y datos, la herramienta que garantice una internet segura.

Asimismo, se necesita que los dispositivos conectados (internet de las cosas) aporten transparencia, al igual que información. Esto se lleva a cabo a través de advertencias sobre el uso de datos.

Si quieres saber más sobre el Reglamento Europeo ePrivacy de 2019, contacta con nosotros.